Sunday, November 02, 2014

El fin de Alice - A. M. Homes


AUTORA

A.M. Homes tuvo como profesoras de talleres de escritura a Grace Paley y Angela Carter. Vive en Nueva York y es profesora de la Universidad de Columbia. Ha publicado el libro de relatos "The Safety of Objects" y tres novelas: "Jack", "In a Country of Mothers" y "El fin de Alice", traducidas a muchos idiomas. Ha recibido varios galardones como la New York Foundation for the Arts Fellowship, la NEA Fellowship y el premio James Michener. Entre sus mayores influencias literarias, figuran, según afirma, "Crimen y castigo" de Dostoievski, "Lolita" de Nobokov, "La campana de cristal" de Plath, "El milagro de la rosa" de Genet y "Sympathy for the Devil" de los Rolling Stones.

ARGUMENTO

Chappy amaba a los niños, los amaba tanto -especialmente a Alice, una enigmática niña de 12 años- y de maneras tan prohibidas, que desde hace veintitrés años está en la cárcel. Vive allí en un infierno de cuerpos maduros y homosexualidad, en una oscura jerarquía de dominación y sometimiento, hasta que un día comienza a recibir las cartas de una joven universitaria que ha vuelto a casa por vacaciones y planea seducir a un niño de doce años, fascinada ella también por la inmadurez, por la terrible y exitante inocencia de la fruta verde. ¿Y quién puede saber de esto más que Chappy?
Al comienzo, el recluso y su corresponsal no muestran todas sus cartas, en un juego de fingimientos y medias verdades. Pero poco a poco, entre mentiras, trampas y trampantojos, irá surgiendo la atroz verdad del prisionero, que se presenta como un doliente Humbert Humbert, desolada y triste víctima de sus deseos, y también la verdad de su joven corresponsal y cómplice, que ya mira con los ojos perversos de un adulto el territorio de la infancia, pero está ella misma perdida en la desolación del pasaje a la madurez, en la soledad de una tierra de nadie de la sexualidad y de la vida.

RESEÑAS

"La novela de A. M. Homes ha recibido los más encendidos elogios y las más enconadas críticas. Algunos críticos se han manifestado profundamente escandalizados... Pero "El fin de Alice" cumple con el papel asignado desde siempre a la mejor literatura: suscita arduas cuestiones de orden moral y nos hace pensar en lo Otro" (Margot Livesey, Times Literary Supplement).
"Desde el epígrafe de Lewis Carroll, hasta el siniestro ritmo de la frase final, la autora nos conduce seducidos por un terrorífico laberinto de espejos que nos devuelven grotescas imágenes de nosotros mismos y de los protagonistas de su libro... La mejor novela que he leído este año: desgarradora, perturbadora, emocionante, todo lo que una novela debería ser" (Elizabeth Young, The Independent).
"A. M. Homes no es una autora para timoratos. Narrado por un pedófilo y asesino, el libro escandaliza, fascina, repele y excita al mismo tiempo y, en una escena inolvidable, construye para las bañeras una mitología tan atroz como la que urdió Hitchcock en "Psicosis" para las duchas" (Vanity Fair).
"Un provocativo ejercicio de sexualidad transgresora... Un inteligente y escalofriante tour de force efectuado por una escritora de enorme talento" (Catherine Texier, Newsday).
"Cada año, hay un libro que se convierte en la comidilla de los medios, una combinación de literatura y procacidad. Pero el último candidato es mucho más que eso. "El fin de Alice" es desde luego escandalosa, pero también es una novela catártica, que destruye nuestras certezas más obvias, la obra maestra de una verdadera artista de las palabras" (Brian Masters, Vogue).
"Una "Lolita" para la era grunge" (James Wolcott, Wall Street Journal).
"Su protagonista, inteligente y culto, es un cruce entre Humbert Humbert de 'Lolita' y Hannibal Lecter de 'El silencio de los corderos'" (Marisa Rusconi, L'Espresso).

SINOPSIS

1

Se introducen los personajes (sin nombres); el reo de avanzada edad y la universitaria en vacaciones. El reo describe a la joven como una depredadora carnívora que va tras su presa. De cómo la joven ha observado a su presa, y de cómo sale a buscarla por el vecindario.

2

De la tarde de campamento que la chica ve a las otras dos jugando. De cuando el viejo reo se va a vivir con su abuela. Del chico con el que sueña la joven y su destino.

3

En su infancia el reo ahora está viviendo con su abuela. Desde hace días que no le llega correspondencia, mira por la ventana y habla de la cárcel, tiene jaqueca. Recuerda como conoce a Alice. Chappy recibe la visita de su primo segundo Jefferson Warburnturn Marx (Burt) para contarle que han vendido sus objetos de la infancia a un museo de la Cultura Delictiva en Cincinati.

4

Vuelve la correspondencia para Chappy, la joven estaba de paseo en Washington con sus padres. La joven observa a su presa y a sus amigos mecatear. El niño Chappy ha extraviado su camión amarillo, su abuela se lo ha ocultado. Ahora la joven los observa en una cafetería, él olvida su raqueta de tennis, ella se la entrega estableciendo contacto; le dice que jueguen algún día, que le pagará, le da su número telefónico y él el suyo, y finalmente le pregunta el nombre: Matthew.

5

En la cárcel Clayton tiene sexo con Chappy.

6

La joven y Matthew juegan tennis y acuerdan para el día siguiente. De la conexión de humedades respectivas por medio de la carta.

7

Del incidente entre el enfermero (Appfelbaum) y el guarda, de la mutilación, Clayton ve TV, salen a caminar al patio, Jerusalém (Jerry) escala el muro (escapataria?), lo linchan, vuelven a la celda, termina el día.

8

Una invitación a cenar a la casa de Matthew se concreta a través de las madres. Ella acude a la cita, la pica una avispa, se sirve la cena, cenan, compran helado; en la habitación Matthew le enseña sus cosas, ella come un cascarón/postilla/costra fresco de él, sale, se despide.

9

Aseo en la cárcel, un aburrido Clayton visita a Chappy en su celda, le trae su correspondencia; Chappy lee y despacha lo superficial, leyendo su carta, Clayton le practica sexo oral a Chappy, se marcha. La carta de ella al final menciona un misterioso y perturbador "lo hicimos".

10

De la indisposición de Chappy y el exámen rectal en la enfermería. De la escena insestuosa en la bañera/tina entre un niño Chappy y su madre.

11

La madre de Matthew le pide a ella que los cuide como niñera/canguro en esta ocasión, ella accede. Durante esa noche, ella y Matthew tienen relaciones sexuales. Chappy tiene sus dudas al respecto, y narra cómo de diferente es su estilo en el momento de ejecutar el acto con alguien (víctima).

12

Es 4 de Julio, Día de la Independencia; llevan a los reos a ver los juegos pirotécnicos en la noche; al regreso han rozado insecticida en las celdas, Clayton folla a Chappy, y Chappy viola a Clayton y lo deja a disposición del público. En los flashbacks del niño Chappy su madre retorna del psiquiátrico y lo lleva de nuevo a los baños públicos, posteriormente muere. En los flashbacks de la joven, ésta se folla a los tres niños en el hoyo de arena del club campestre de sus padres. En el flashback de Alice, ella lo deja a él atado desnudo a un árbol.

13

Ella le escribe a Chappy diciéndole que lo conoce, que sabe cómo es, que lo ha estudiado, le dice lo que ha influido en su vida, lo que ha cambiado, lo que él ha influido en el vecindario y en el entorno, ella se pregunta cosas acerca de él y se compara con él, se pregunta cosas de él y de ella. Siguen las relaciones con Matt, espera una reacción de la madre, pero no la obtiene; practicando tennis en la escuela es acosada por uno de los chicos, después de esta escena al dirigirse a donde Matt, se encuentra con el padre, con el que tiene relaciones (sexo oral y estimulación anal). De vuelta en casa está deprimida, pelea con la madre, habla con el padre, comen, ingiere fármacos, vomita. Chappy reflexiona que son diferentes: ella no pretende hacer carrera, no está descubriéndose.

14

En la cárcel es un día importante para Chappy, es día de comité, se prepara, se inquieta, prepara y habla de sus pertenencias, de su archivo, de todo el tipo de archivos, cartas, cogitaciones, etc. que contiene. Chappy se dirige al Lector, alude a los impulsos y acciones de el Lector, establece comparaciones, llama la atención sobre ciertos puntos/aspectos, da consejos, explica las circunstancias que los hace diferentes y que lo tienen ahí. Hay agitación, su vecino Frazier se ha tragado la armónica, Chappy continúa preparandose, envuelve sus pertenencias en una sábana, se viste, trata de solucionar su erección, Henry, el farmaceútico personal, llega y le da su dosis especial de droga. Chappy empieza a recordar y contar la primera vez que roba sexo con la niña "vaquilla" cuando es vendedor de zapatos en Filadelfia en la zapatería Phil, y que después de este incidente escapa a la cabaña de retiro en New Hampshire que vió anunciada en las páginas del New York Times del 7 de mayo de 1971, donde conocerá a Alice; en esta cabaña de New Hampshire Chappy empieza una estricta rutina; mientras los guardias y el sargento llegan por Chappy a su celda, él tiene recuerdos y flashbacks de cuando conoce a Alice en la playa de guijarros del lago cuando termina su sesión de nado desnudo en el lago, Alice lo amarra desnudo a un árbol y lo deja ahí porque se tiene que ir porque la llaman; Chappy es conducido encadenado hacia la sesión del comité. En la sala del comité se describe la sala y el jurado, describen su estancia en la cárcel y empiezan a leer su expendiente. Chappy conoce a Alice en la playa de guijarros de la orilla del lago cuando lo deja amarrado a un árbol, después recibe una invitación a tomar té, hablan, de lo peor que ha hecho en la vida, que había matado a su madre, con un cencerro la llaman a cenar, antes de irse le pide "que se la enseñe" otra vez, él dramatiza enseñándole un dedo simplemente, la sesión de comité continúa, Alice vuelve a su cabaña por la noche, duermen y amanecen, hablan, le pregunta el nombre a la niña, dónde vive, de su familia, de los baños y el lago, ella parte; durante todo el día no tiene más noticias de ella, sube a la casa de ella, se encuentra con la madre, hablan; Alice vuelve esa noche, al amanecer le pone el anillo y de los recatos al explicar su relación, charlan. En el camité Chappy insinúa que tal vez había sido abusada cuando pequeña, continúa la historia en cuando follan por primera vez, cuando con él encadenado/atado ella lo cabalga; de las excursiones de un día en carro que toman, Alice come y roba profusamente, discuten someramente, Alice le pide que le haga daño, él se rehusa, la ata, la folla con los dedos, amanece y parte; durante el día él se surte de provisiones y de luciérnagas, esa noche ella tarde en venir porque la abuela no se encontraba bien, a la mañana siguiente van en barca al lago, ella come, le cuenta de la invitación a cenar, hablan del verano, el empleo, planes, del tobillo amoratado, ella se zambulle, se golpea, él la rescata inconsciente, la revive, la lleva a la casa de ella, al hermana Gwendolyn y la madre la reciben, parten en carro, él se recupera, conduce a la ciudad, llama al hospital y averigua que el estado de ella es bueno, no duerme; en la sala del comité sus miembros se retiran, Chappy nuevamente está adormilado/desmayado, lo devuelven a su celda, mañana terminará, descubre las cajas y mariposas quebradas/dañadas, no come, Henry lo ayuda con un poco de uno de sus mejunjes.

15

De la chica, después del episodio de los fármacos la envían a Europa 21 días (3 semanas). Desayuna, van a la peluquería, van al centro comercial de compras, el padre compra los boletos, se despide de Matt; pasa los días en Europa, retorna.

16

Es el siguiente día, Frazier ha vuelto a su celda, no hay desayuno, Henry pasa, intercambian palabras, los guardas llegan por Chappy, lo conducen a la sala del comité para una segunda tanda, va algo dopado, retoman el repaso de los hechos en el incidente del lago y la barca; en la cabaña Chappy empaca y tiene la intención de irse cuando se lo indiquen, al cuarto día Gwendolyn va a pedirle el favor de que las transporte al aeropuerto por una complicación de la abuela (apoplejía), en el camino los pasajeros discuten un poco, en el aeropuerto Alice hace su berrinche, Alice se va en carro con Chappy a New York, se encuentran en el hospital de New York, visitan a la abuela, van al hotel, al siguiente día Chappy está afuera todo el día, en la noche regresa, conduce hacia el norte del estado, se registra en un motel, le recomiendan un restaurante, en la sala de comité se analizan las fotos, le presentan fotos para que reconozca a Alice, en el restaurante después de hacer su pedido se encuentra con que Alice está allí, que lo ha seguido en el carro como polizón, AAlice presiona/inquiere/exhorta a Chappy para que haga cosas lujuriosas con ella en la mesa del restaurante, salen del restaurante y se dirigen a la habitación del motel en medio de la tempestad; en la habitación Alice se encierra en el baño, él se preocupa, resulta que Alice está menstruando, él intenta explicarle, pero Alice no entiende y está inconsolable, acusa a Chappy, le echa la culpa, le dice que la ha cortado; en la sala le siguen presentando fotos de ella al frente, se moja en los pantalones, Alice coge su cuchillo de caza, lo esgrime hacia él, lo amenaza, Chappy intenta explicarle y consolarla inútilmente, le preguntan insistentemente si reconoce a Alice, él asiente, Alice sigue gritando y acusando, él le arrebata el cuchillo, ella se acerca, se increpan, hasta que finalmente Chappy apuñala a Alice, después él sale de la habitación en medio de la tormenta, en la mañana él sigue afuera, la mujer de la limpieza lo encuentra; en la sala, los miembros del comité deciden simplemente continuar con la lectura del documento que describe la escena, las múltiples pruebas que lo condenan, su reacción ante la detención, etc. Al final él dice que esa es toda la historia, que ha contado todo el cuento, que haga lo que quiera con él; le permiten pasar y quedar libre, se alegra de verle, y dice que la ha extrañado y que la ha pensado constantemente.

CITAS

castigado por satisfacer sus apetitos.
Entre los de mi género, lo que más me disgusta es la relucatancia a explorar, e incluso a reconocer, una atracción distinta a la propia. Nosotros -como los "sanos"- actuamos como si nuestro palacio de placer fuese superior, como si no existieran otros. Esta falta de aprecio por un mundo de actividades más vasto me causa una tristeza que casi, maldita sea, lo estropea todo. ¿Por qué no festejar la gama completa?
La decadencia lo invade todo, dentro y fuera.
porque su sintaxis, articulación y comprensión son todavía el lenguaje rebuscado y exiguo de la juventud.
Ir con ella a la cabaña y explicarle las maniobras, sugirerle que acaso la repugnancia que le inspiran, el acceso de náusea, es su propia estructura interna agarrotada por el nacimiento de un deseo hasta entonces ignorado. Le sugeriría también que el impulso de "arrojar", de verter tan nutritiva y rica pitanza como los tres o cuatro emparedados de mantequilla de cacahuates y jalea que ha ingerido debajo del olmo y junto a la canoa tan sólo una hora antes, no es tanto una señal de aversión como un síntoma de atracción, de hacer espacio para una posibilidad más amplia.
-¿Muy hecho o con la yema para untar? -Para untar -digo, eterno optimismo.
A mí su diversión me parece humillante, incitadora.
Tantas virginidades por perder.
La fina cofia de cabello que coronaba mi calva se ha deshilvanado en finas hebras grises.
En mi sangre, en mis músculos y venas, todavía acecha el impulso, el arranque, el flujo envenenado de la rabia.
Me mutilo para no salirme de la fila, para pasar inadvertido.
Afirmas que eres un preso, pero eres libre hasta que sufres la inquietud causada por la inutilidad de las decisiones, del deseo.
Yo me prohibo mirar a ese tubo radiante durante las horas diurnas: es la droga más barata, la escapatoria del holgazán.
Cuánto más arduo resulta estar a salvo y seguro, confiar, hallar amor y comprensión, tanto más facultado, autorizado, hasta incitado te sientes a engañar, mentir, robar y, más adelante, incluso matar.
Como las brujas buenas de los cuentos de hadas, esas madres son cortas de vista, aquejadas del astigmatismo del afecto. la última generación perdida de amas de casa, adiestradas para ser sordas, mudas y ciegas.
Qué importa. Son todas iguales, todas en la misma barca, el mismo barco que se hunde.
Parecen competir el uno con el otro, rivalizan por algo que el chico todavía no sabe lo que es. El padre se empeña, se concentra en quitarle la alfombra de debajo de los pies, aunque sólo sea para fastidiarle, pincharle, zascandilear al joven.
Él juega con un bloc y una pluma, dibujando cajas en perspectiva dentro de cajas, gruesas líneas negras.
bailando este retorcido tango tántrico.
Salvo en ocasiones especiales, y mi encarcelamiento es una de ellas, me gustan los coños y no las pollas, es tan sencillo como eso.
No puedo perdonarle la imbecilidad de su mensaje.
Se mete pedazos de su cuerpo en la boca como si quisiera devorarse vivo.
"Luz de estrella, mi centella, la primera que ahora veo, ojalá pudiera, ojalá pudiese, obtener lo que deseo."
Yo la asesiné. Creedme.
No soy nada que tú puedas enganchar. Soy pólvora negra, soy chamusquina, soy la bomba que revienta la noche.
No tengo criterio: y eso es un problema.
Era un experimento, le necesitaba, necesitaba a alguien que no me diese miedo.
Si tuviera fuerzas me escaparía, liaría el petate y me marcharía. Me iría a algún sitio donde nada me fuese familiar, donde no reconociese nada, un lugar donde ni siquiera entendiera el idioma, donde no pudiera entreoírlo todo. Lo único que quiero es dormir. Inlcuso antes de haberme levantado, tengo ganas de volver a acostarme. Dormir.
Juego al tenis procurando no pensar, mantener la mente vacía de pensamientos. Cuando pienso, es demasiado horroroso incluso para contarlo. Pienso las peores cosas. Creo que no hay salida. Es algo permanente. Soy permanentemente así, ¿tiene sentido?
Es su conciencia la que coloca a un hombre en situación de que lo apresen y le declaren culpable.
No quiere volver a casa. No hay razón para ir. No hay nada en casa.
Somos totalmente distintos, ella y yo. Ella no es quién yo creí que era, y lo mismo digo de todos nosotros y de todo esto. Las cosas nunca son del todo lo que parecen. No fue el descubrimiento de un instinto, el despertar de una ambición, el desarrollo de un paladar conocedor de las delicadezas de la naturaleza, el comienzo de una carrera brillante. Está claro que ella no pretende hacer carrera.
No me atrevo a conjeturar por qué optará: algunas cosas deben conservar su misterio.
¿De qué sirve demorarse en aquel momento amargo cuando por delante hay algo más, algo mejor?
Desapasionamiento se llama este juego, plano como una tabla, soso como un leño.
Que mis palabras te pongan cachondo, que se te empine la verga, no significa que vayas a volverte tan retorcido como yo; todos tenemos nuestras fantasías. Pero si he tocado una fibra más profunda y he provocado que tu acceso rijoso resurja y se remueva y hormiguee, te aconsejaría que en lo posible evites la tensión.
Algunos podrían creer que parloteo para escandalizar, pero qué es el escándalo sino una antigua identificacion que significa que he puesto el dedo en la llaga, tocado un nervio...
No es lo que llevas, sino cómo lo llevas, me digo a mí mismo.
En Filadelfia me asusté a mí mismo.
Clavadas en la pared había las máscaras teatrales de la comedia y la tragedia.
Yo me hice el tonto.
Se precipita dentro de su cabaña atestada, intuyendo mi creciente impaciencia.
En New Hampshire comienzo un diario, una especie de dietario que registra mis estados de ánimo, el grado de mi locura.
El deseo ya no tendrá un destino, pues la idea consiste en que si lo abordo antes de que surja, la excitación forzosa utilizará tan sólo la materia de mi imaginación y al final me agotaré, con lo que mi estado se hallará bajo control.
Concéntrate. El silencio de los primeros días, el castigo de estar solo, es insoportable. Lo único que oigo es a mí mismo, cada vez más alto, cada vez más rápido, hasta que me rindo, hasta que consigo soportar el no oír nada en absoluto. Silencio.
Hay ruidos en los bosques. Hay algo ahí que me observa. Me están observando mientras yo escribo esto. En mis palabras hay confesiones escondidas. Se acercan. Noto el ojo frío de una lupa, un telescopio. Estoy escribiendo las palabras mismas que debería destruir.
Es una tortura. Un puro infierno. Me encanta.
Me sacan a empujones de la celda. Intento bromear, romper el hielo.
-¿Por qué la lechera no ordeñaba a la vaca? Porque no le salía de las tetas.
¿De qué te sirve tener algo si no puedes romperlo?
Sin saber nada, ella sabe demasiado.
-¿En serio? -vuelve a preguntar, casi jubilosa en su incredulidad, como si le pareciera algo gracioso o, al menos, entretenido.
Una seducción a mitad de camino entre un idilio y una violación. No tengo explicación para una conducta semejante, salvo unos cuantos teoremas que apuntan hacia una triste y sórdida causa de su evidente, aunque confuso, entendimiento del deseo adulto.
Tengo los ojos cerrados. Estoy en la gloria. Estoy en el infierno.
Aunque indudablemente no lo he dicho antes, creo firmemente que compete a un adulto desdeñar las tentavias de flirteo de los jóvenes, permitir que el niño exprese sus facultades de persuasión en un entorno aparentemente seguro. Por primera vez en mi vida me siento vagamente paternal.
Es capaz de hablar horas seguidas de nada en particular.
-dice la madre, enlazando las manos-.
-Te quiero -dice él-. No te lo he dicho porque creí que te daría asco.
Posdata: Ya no te tengo miedo, tengo más miedo de mí misma.
Mi boca despide gases.
Un moco le resbala por la cara, el pelo le cuelga por delante del mentón.
sañalándome con un ademán receloso.
Me preocupa lo que esté haciendo ahí dentro, alguna diablura, cortarse con cuchillas, tragar cristales rotos, tiene el humor justo para una cosa así.
Tiene un sabor denso, metálico, rancio, como algo que ha fermentado un largo tiempo. Le falta el picor, el regusto dulzón de la herida reciente. Ella ya no es fresca. Su cuerpo se expulsa él mismo.
Explotan imágenes como fuegos de artificio. Siento el calor en mi cabeza, la rotura, el rapto, la cálida erupción liberadora.
El fin de Alice.
Un test de Rorschach al revés.
-El fin de Alice.
El fin ha llegado. Hago un ruido, un grito, un chillido. No hay un mundo real para el sonido que hago, pero es amplio y fuerte y desde el fondo de este pozo, una garganta abierta.

TÉRMINOS

zafioexiguo, espeluznante, mendicante, carcaj, aljaba, vaho, empapuzar, abrevadero, napia, exhortar, horadar, espetar, hirsuto, adminículo, abside, mejunje, ágape,zascandilear, linóleo, majopostilla, cutícula, atrabiliarioatrabilis, senilidad, anafiláctico, anafilaxia, turgenciaturgentebarullo, conmoción, gorgorito, feble,parangón, asperjar, tórrido, renquear, renco, zoisia, apoteósis, estrépito, despotricar,ingente, voluta, cofia, pícaro, fuelle, ensalmo, lascivo, lascivia, lozano, perorata, supino, interludio, insulso, cutí, cogitación, cogitar, prolijidad, prolijo, exarcerbar, soso, mamparo, liento, parloteo, parlotear, bemol, ajado, ajar, nínfula, ninfa, horma, desparpajo, alijo, alijar, presidir, ímpetu, transfigurar, transfigurado, escotillón, leotardo, refocilar, cavilación, cavilar, arrebol, resuello, calisteniacarmín, mejorana, caústico, pertrechos,tumescencia, berrear, sibilante, catre, jocoso, gorjeo, jocundo, jarana, perdigonado, perdigón, proscenio, tramoya, aupar, prolífico, prolijo, adrede, tesela, desportillado, desportillar, portillo, encorsetar, encorsetado, corsé, borbotear, deambular, apogeo, efluvio, lacre, libido, fragor, pletismógrafo, ínfimo, histerectemiahisterectomía, darjeeling, parchís, parqués, cencerro, paladeo, paladear, beato, santino, idilio, dicción, alarde, pringue, avezado, avezar, bruces, desdeñar, desdén, flirtear, dádiva, concubina, pavonear, musitan, musitar, apear, desconsiderado, desconsideración, famélico, birlar, rezongar, horcajadas, despatarrado, despatarrar, hurgar, trivialidad, trivial, celada, quilla, escabullir, porche, farfullar, bastidor, desbarajuste, embalaje, sinuosidad, santiamén, cilicio, hucha, bicúspide, apoplejía, receloso, recelo, recelar, tiovivo, farra, beicon, merceditas, atavío, surgir, surge, histérico, histeria, horror, éxtasis, tono, sórdido, evidente, conducta, picor, escozor, arrebato, arrebatamiento, tranquillo, profuso, reluctancia, renuencia, vid, visillo, zafar, autoestop, precoz, holgazán, simpático, bollera, desperado, desperar, alhajas, liar, petate, rijoso, empalmar, insinuar, persuasión, persuadir, lisiado, lisiar, repiqueteo, repiquetear, escindir.

REFERENCIAS

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